Ensenada. Tres productores de almeja recibieron un
donativo de 250 mil semillas de almeja arenosa, tipo Chione, para su cultivo y
desarrollo en el Golfo de California, por parte de la Universidad Autónoma de
Baja California (UABC) a través del Instituto de Investigaciones Oceanológicas
(IIO).
Este martes la responsable de la Unidad de
Investigación y Capacitación para la Producción y Engorda de Semillas Marinas,
comentó que esta es la primera ocasión que realiza este proyecto, con la finalidad de que sea un recurso sostenible para evitar sobre
explotación.
El laboratorio de la universidad tiene en este
momento un millón 250 mil semillas que cuida con agua templada, rejillas y
alimento elaborado a base de algas y sales, cuyo costo es elevado porque los
moluscos se alimentan la mayor parte del día.
El tiempo de crecimiento para alcanzar una talla
comercial va desde el año, al año seis meses.
Quienes recibieron semillas en donativo son: el
oceanólogo Manuel Fernando Chang Álvarez del Castillo, representante de Kun
Products Baja California; oceanólogo Sergio Guevara Escamilla, representante de
Acuacultura Oceánica; oceanólogo Enrique Gastélum.
Durante el evento el Secretario de Pesca y
Acuacultura del Estado de Baja California (Sepesca), Matías Guillermo Arjona
Rydalch, reiteró que esta actividad de cultivo de especies de mar es el futuro
de la pesca para mantener un ordenamiento marítimo.
“Por nuestra parte seguiremos apoyando a la
acuacultura y maricultura en los diversos proyectos que se emprendan para que
sigan fortaleciendo a la región”, mencionó.
El
comercio de almeja
De una población de 250 mil semillas de almeja
arenera, tipo Chione, se calcula que unas 100 mil sobrevivirán al medio natural
estimó el oceanólogo Manuel Fernando Chang Álvarez del Castillo, representante
de Kun Products Baja California.
Comentó que su empresa se dedica a la comercialización de productos marinos pero en esta ocasión tiene un permiso para la almeja Chione, así como acuacultura de fomento con el propósito de realizar investigación.
Comentó que su empresa se dedica a la comercialización de productos marinos pero en esta ocasión tiene un permiso para la almeja Chione, así como acuacultura de fomento con el propósito de realizar investigación.
Este martes el productor recibió un donativo por
parte de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) para trasladar a la población a un
sistemas de siembra de acuacultura que mantiene en San Felipe, donde tiene
líneas madre, sacos ostrícolas y mallas bentónicas.
Hasta el momento los productores no han tenido problemas con el cambio
climático, solo hay que cuidar cada ejemplar de los depredadores animales y humanos, así como marejadas.
Explicó que los vientos de Santa Ana son un
problema para los cultivadores porque el viento envía la arena hasta la zona de cultivos.
“Cuando pasa eso el movimiento por los vientos
de Santana mueve las dunas y la arena se va al mar quedando un espesor de
hasta un metro y medio generando que el producto se muera enterrado”, describió.
Una vez alcanzando la talla comercial de 4 ó 6 centímetros, dijo, se venderán en el mercado nacional pero si consigue la certificación serán para exportar hacia países como China y Estados Unidos.
Las almejas Chione se venden cocinadas en restaurantes, las pequeñas se consumen con pastas, las medianas en paellas o sopas, mientras
que las de mayor edad, así como tamaño, en gratín o solo en su concha.
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