Ensenada. “Si hoy la Secretaría de Salud hiciera revisiones en los restaurantes, seguramente todos vamos a salir mal”, declaró Leonardo González Ramírez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) delegación Ensenada.
Lo anterior lo dijo en referencia al agua sucia que desde hace unas semanas suministra la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (Cespe).
Este problema afectó la operatividad de los negocios cuyos propietarios tienen que comprar agua purificada para satisfacer a los clientes lo que representa un gasto adicional que no tenían contemplado en esta temporada del año.
Este lunes el dirigente del sector hizo un exhorto al Gobierno del Estado para que resuelva el daño que está causando tanto a la salud como a la economía de los establecimientos.
“La gente sigue demandando los servicios de los restaurantes pero también nuestro negocio no solo es dar de comer sino generar satisfactores de alto nivel. El problema es cuando la gente entra a un baño e intenta lavarse las manos o solamente jalar la cadena del sanitario, encuentra que el agua está sucia. Eso nos pone en una evidencia terrible”, describió el empresario.
La mala calidad del agua en la ciudad se suma a las dificultades que enfrenta el gremio como el aumento al precio del dólar frente al peso, el costo de renta –en dólares-, el pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA), entre otros relacionados con la inflación.
“Esto es una situación real que nos ha venido afectando por agentes externos no controlables, decisiones han tenido que tomar –los restauranteros- y no necesariamente al problema del agua sino que esto es la punta de lanza de lo que estamos pasando”, comentó el empresario.
Se calcula que en promedio los dueños de negocios de comida en la ciudad compran una pipa de agua limpia al día, con un costo de unos 500 pesos.
Reconoció que Ensenada se ubica en una zona desértica, pero al mismo tiempo dijo que el gobierno tiene que ser responsable del tratamiento del agua, ya que no es el único municipio que vive bajo estas condiciones de sequía.
González Ramírez consideró lamentable que siendo reconocidos por la UNESCO como "Ciudad Creativa en el rubro gastronómico" se le dé este ejemplo a los consumidores.
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